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- Muchas son las preguntas que seguro que te haces como consumidor de vino. Entre ellas cómo guardar las botellas de forma apropiada si no cuentas con nevera especial para esta bebida.
- Entre los principales errores que puedes cometer, dejar la botella en vertical y a la luz.
El vino es un mundo complejo repleto de matices que hay que controlar.
Para muchos el hecho de tener que escoger una botella de vino de las tantas que se acumulan en los estantes de la tienda ya es todo un reto.
Podría parecer que una vez que ya te has topado con ese buen vino que te gusta a un precio que te puedes permitir todo está hecho. No hay más que dejarlo en casa guardado para esa ocasión especial en la que merezca ser descorchado.
Desgraciadamente ya se ha mencionado lo complejo que puede ser este mundo.
Si eres de los que deja la botella de pie en un rincón de la encimera de la cocina hasta el momento de probarla, debes saber que lo estás haciendo mal. No solo eso, en función del vino incluso hay riesgo de que este pierda calidad.
Cómo almacenar las botellas de vino de manera correcta
Las bodegas son oscuras, frías y tienden a tener las botellas colocadas en horizontal.
Lo cual ya da grandes pistas de lo que debe y no debe hacerse a la hora de guardar el vino. Por supuesto no todo el mundo puede disfrutar del privilegio de contar con un sótano dónde almacenar sus botellas, pero hay formas de solucionarlo.
La temperatura, la posición y la luz son los factores que debes tener en cuanta a la hora de guardar una botella de vino.
La temperatura óptima para mantener tu vino
Según indican los expertos en el almacenamiento y conservación de vinos, Wine at Home, la temperatura ideal para almacenar una colección de diferentes clases es 12°C.
"Los incrementos en la temperatura hacen que el vino se filtre a través del corcho mientras que los descensos provocan que el corcho se seque, se comprima y el aire ingrese la botella", afirman.
El calor es peligroso y el entorno nunca debería superar los 24 °C. punto al que el vino comenzará a oxidarse. En cuanto al frío, no es tan preocupante, pero al bajar de esos 12ºC " se retrasará el proceso de añejamiento en aquellos vinos que lo permitan", afirman los especialistas en su web.
Lo peor que puedes hacer es que tus botellas de vino se enfrenten a cambios muy bruscos de temperatura. Algo que puede llevar a acelerar el envejecimiento de tu bebida.
La temperatura nunca debe fluctuar en más de 1,5°C al día y en 2,5°C al año, especialmente en los vinos rojos, recomiendan desde Wine at Home.
"Por este motivo es desaconsejable guardar el vino en la cocina donde la temperatura puede aumentar varios grados de forma brusca cuando se cocina", advierten desde las bodegas Vivanco en su blog.
Lo mejor, siguiendo su consejo sería "almacenarlas en una bodega, un sótano o un trastero donde no haya sistemas de calefacción o aire acondicionado".
Deja de guardar el vino en posición vertical
Si te has comprado un vino que te vas a tomar pronto no pasa nada, puedes dejarlo en cualquier sitio de manera vertical. Pronto refiere a un periodo dentro del siguiente mes.
Si por el contrario es un vino que vas a almacenar por mucho tiempo, entonces los expertos aconsejan colocarlo en horizontal. El motivo, la botella necesita estar en contacto con el corcho.
La razón para ello es evitar que el corcho se seque, lo que hará que se comprima y de este modo, el aire llegue al vino, arruinándolo.
Aunque esto es para los tintos. Si se trata de blancos no es necesario, pues el tapón en ocasiones es de plástico. Y para los espumosos viene mejor estar de pie para el gas.
Cuidado con la luz en los vinos blancos
Como pasa con el aceite de oliva, exponer el vino a la luz puede alterar su contenido, al acelerar ciertas reacciones químicas que lo degraden.
Por ello es importante que lo guardes en lugares oscuros, sobre todo con los vinos blancos, ya que estos no suelen ser embotellados con vidrios opacos.
Algo que sí se da más en los tintos, donde la mayoría de botellas son de cristal verde, ya que este color es capaz de neutralizar entre el 30 % y el 60 % de las radiaciones lumínicas, explican desde Vivanco.
¿Y qué pasa cuándo la botella queda sin terminar?
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En esos casos, cómo se guardar el vino que queda abierto sin terminar.
Como es obvio con un tapón que favorezca el cierre al vacío. De lo que se trata es de evitar el contacto del líquido con el aire para que no se oxide.
Un truco que proponen desde Vivanco es pasar el contenido a otra botella más pequeña y apretar el corcho de forma firme para que quede cerrado.
Una vez bien cerrado guárdalo en la nevera. Lo que ayudará a que no se deteriore tanto.
Cristina Fernández Esteban
Fuente: Business Insider
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