El vino es nuestra bebida predilecta. Por eso, los mendocinos tenemos múltiples recetas utilizándolo como base. Hoy, donas de vino.
El vino es nuestra bebida nacional. Es de todos los argentinos. Pero como en Mendoza tenemos el 70% de los viñedos plantados en el país, el vino, en realidad, es mendocino. Así reza la insignia en el arco del ingreso este a nuestra provincia: “Bienvenidos a la tierra del Sol y del buen vino”. Millones de personas de todo el mundo nos visitan año tras año para recorrer nuestras bodegas y degustar nuestros deliciosos vinos.
Pero el vino no solo se consume tomando en una copa. Y no voy a decir que también se consume desde la botella o en caja, porque eso sería un chiste fácil. A lo que hago referencia es a que el vino no sólo se consume como bebida, sino que, muchas veces, también es un gran aliado en la cocina. Puede ser la base de una receta, un ingrediente más o una perfecta salsa para nuestra guarnición. Como dicen los chefs, depende de la imaginación de cada uno, la cantidad de recetas con vinos que podemos hacer.
En este caso te traemos una receta ideal para el otoño que se avecina. Para acompañar los mates o cualquier infusión. De desayuno o de media tarde. Incluso, algunos lo consumen como un exquisito postre. Son los roscos de vino o, comercialmente conocidos como donas de vino. La clave es tener un vino dulce o frutal, con moscatel como el varietal ideal.
Ingredientes (para unos 25 roscos pequeños)
- 80 gramos de azúcar
- 100 mililitros de aceite de oliva
- 300 gramos harina
- 1 cucharadita canela
- 1 cucharada y media de licor de anís dulce
- Ralladura de medio limón
- 75 ml de vino dulce a tu elección (perfectos con un Moscatel o una vino de pasas)
Preparación
Es importante destacar que el sabor final de los roscos o donas no es a vino ni alcohol. Si bien, por el color y por un dejo final podemos advertir que se ha cocinado con vino, su presencia no resulta para nada invasiva.
EXEQUIEL NACEVICH
Fuente: Ser argentino
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