DARIA SHEVTSOVA / PEXELS |
La leche de avena comenzó siendo una elección afortunada para quienes buscaban alternativas a la lactosa sin tener que renunciar al café hasta llegar a hoy, cuando ya se ha situado en lo alto del ranking de las mejores leches de vegetales por sus múltiples beneficios para el bienestar.
Pero sus poderes van más allá de lo estrictamente saludable y resulta que la leche de avena también cuida tu piel. Así que no te quedes simplemente en que es una bebida solo para veganos porque su sabor y propiedades pueden convertirse en tus mejores nuevos amigos.
¿Qué es la leche de avena?
La leche de avena es un popular sustituto de la leche y un must para veganos. Se elabora remojando, mezclando y colando el cereal. Como no es tan rica como la avena integral, a menudo se enriquece con nutrientes, que incluyen calcio, potasio, hierro y vitaminas A y D. Pero si hay algo que la convierte en única es que no contiene muchos de los alérgenos que se encuentran en otros tipos de leche. Además, posee betaglucanos, una fibra soluble que puede ofrecer beneficios para la salud de tu corazón. Su creciente popularidad ha propiciado que todos los supermercados del mundo la incluyan en su oferta y hasta salen cada vez más marcas blancas debido a su demanda.
Nutrientes para todos los gustos
La leche de avena es una excelente fuente de muchas vitaminas y minerales, además de fibra. Suele aportar más calorías, carbohidratos y fibra que las leches+ de almendras, soja o vaca, aunque proporciona menos proteínas. Y si estás comparando tipos de leche, ten en cuenta que a pesar de que la leche de avena y de almendras están enriquecidas con nutrientes, la primera tiende a contener más vitaminas B agregadas, mientras que de almendras aporta más vitamina E.
Un maná para el veganismo y fuente de salud
La leche de avena es fuente de salud y una de las opciones favoritas para quienes se han abrazado a las bondades del veganismo o tienen restricciones dietéticas. Dado que está hecha solo de avena y agua, es perfecta para el vegano y no contiene nueces, soja ni lactosa. También es cierto que aunque la avena está en sí misma libre de gluten, se puede procesar en las mismas fábricas que los granos que sí contienen gluten, lo que puede “contaminar” el cereal. Revisa siempre la etiqueta para asegurarte de que el producto elegido no lleva gluten. (enlace)
Por otra parte, la leche de avena a menudo está reforzada con diferentes tipos de vitaminas B, esenciales para cuidar de una salud óptima. Por ejemplo, pueden ayudar a mejorar tu estado de ánimo, combatir el estrés oxidativo y propiciar una buena salud de cabello, uñas y piel. Mientras, y al ser rica en betaglucanos, ingerirás una fibra soluble con fantásticos beneficios para la salud del corazón. Actúan como una especie de gel dentro de tu intestino para mezclarse con el colesterol y reducir su absorción. Esto puede ayudar a bajar los niveles de colesterol en sangre, especialmente el colesterol malo, que es el que provoca las enfermedades cardíacas.
Pero cuidado con el azúcar
Casi todo son ventajas en la leche de avena, pero también encontrarás algunas cosas que quizá no te convenzan al cien por cien. Así, algunas variedades de leche de avena en tiendas pueden tener un alto contenido de azúcar, especialmente si están endulzadas o aromatizadas. Por eso es mejor comprar opciones sin azúcar. Además, cuidado con lo sugerido acerca del gluten y ten en cuenta que en bebés nunca puede ser un sustituto adecuado de la leche materna o de vaca, ya que carece de los nutrientes esenciales para un crecimiento óptimo.
TAMARA IZQUIERDO VILA
Fuente: Mujer Hoy
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