Big Churros abrió su local en Pueblo Caamaño. |
Desde hace una semana, en el complejo Pueblo Caamaño funciona un local dedicado a la venta de churros. Como particularidad, vienen acompañados por salsas y toppings.
Si hasta hace algún tiempo conseguir churros recién hechos en Pilar podía volverse una tarea titánica, este verano la tensión entre la oferta y el antojo comienza a equilibrarse. Desde hace una semana abrió en Pueblo Caamaño (a la altura del Km. 46 de la Panamericana) el local "Big Churro" especializado en la venta de uno de los placeres más irresistibles de nuestra pastelería.
El negocio es una iniciativa Dayana Tovo, una cordobesa que adoptó Pilar hace ya varios años, mamá de tres hijos, que a falta de franquicias en Pilar y motivada por una experiencia personal, decidió lanzarse al mercado dándole una vuelta de rosca a los churros.
"Había visto algo similar en Brasil pero acá no, cuando estaba embarazada de mi segunda hija tenía antojo de churros y fue imposible conseguir", explicó Dayana entre risas a El Diario acerca de aquello que la llevó a entrar en un universo hasta ahora desconocido, al tiempo que confesó que "no tengo experiencia en gastronomía, fue tirarnos un piletazo".
Aunque la receta no difiere de la tradicional de nuestra pastelería, las creaciones de Big Churro tienen una serie de particularidades que los hacen diferenciarse de sus antecesores en el mercado.
Cada uno de ellos viene con salsas y toppings a elección. En cuanto a las salsas, éstas pueden ser más convencionales como dulce de leche, nutella y marroc, hasta otras más innovadoras como nougat, frutilla, limón, chocolate blanco o negro. Respecto a los toppings, hay chips de chocolate blanco, negro, coco rallado, mini rocklets, praliné, oreo, chocolinas, merengue y granas.
La docena de churros con 2 toppings y 2 salsas cuesta $900, mientras que sin adicionales sale $600. También hay promociones para media docena o para dos unidades.
Cono con minichurros, churros helados o tequeños -clásicos de la gastronomía venezolana- son otras de las opciones propuestas por el menú, que también incluye licuados y milkshakes.
Aunque reciente, el emprendimiento viene dando resultados más que prometedores: "tenemos muchos jóvenes que vienen a comprar pero también gente grande, ellos vienen por los churros tradicionales". Precisamente, para estar a la altura de la demanda de los más convencionales, en los próximos días serán incorporados a la carta los churros rellenos con dulce de leche.
En cuanto a la elección del complejo Pueblo Caamaño para instalarse, Dayana explica que "nos pareció que es un lugar con mucha concentración de jóvenes que vienen a tomar mate o a hacer pic-nic y también familias".
Abierto todos los días de 10 a 19, por el momento Big Churros no cuenta con mesas para consumo en el lugar y todas las ventas se realizan bajo la modalidad take away.
Fuente: Pilar a Diario
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