La alimentación es uno de los ámbitos que más directamente están sufriendo las consecuencias de este aumento de precios en productos básicos y en esenciales como son las frutas y verduras.
Con el objetivo de concienciar y formar en materia de alimentación saludable, Cruz Roja acompaña y realiza formaciones para que las personas que viven al límite por la escasez de ingresos o con un bajo poder adquisitivo puedan ahorrar a la hora de hacer la compra. Esa formación está enfocada tanto a cuestiones de nutrición como de gasto energético. Clara González, técnica de salud y dietista-nutricionista, nos ofrece unas claves que nos ayudarán a comer mejor al mismo tiempo que ahorramos en la cesta de la compra.
Tres aspectos imprescindibles para una alimentación saludable:
- La mitad de nuestro plato debería estar compuesto por frutas y verduras, otro cuarto por cereales (pasta, arroz), y otro cuarto por proteína (origen animal, vegetal, legumbres…). Con esta estructura se pueden componer muchos menús saludables.
- Comer saludable no es aburrido. Muchas veces lo que nos falta es un cambio de mentalidad, y tenemos que lanzarnos a probar combinaciones de alimentos que quizá no nos habíamos planteado. La alimentación saludable también se disfruta.
- No podemos darle todo el poder a la alimentación. Para cuidarnos en salud, tenemos que promover otros hábitos. Aumentar poco a poco el ejercicio físico, reducir los niveles de estrés o cuidar la salud mental, son hábitos indispensables.
Cómo ahorrar en la cesta de la compra
- Elige bien donde haces tus compras: la elección del establecimiento donde hagas tus compras será esencial. En la página web de la OCU, puedes encontrar el listado de supermercados más baratos de tu zona. Periódicamente realizan este estudio, que te servirá para poder orientarte en dónde realizar tus compras.
- Planifica tus compras y tu consumo semanal: planifica tu menú semanal, las comidas que vas a realizar y todos los alimentos e ingredientes que vas a necesitar comprar. Esto hará que ahorres tiempo y optimizará tus recursos.
- Créate tu lista de la compra y evita la improvisación: ve a comprar siempre con una lista de todo lo que necesites. Esto hará que no se te olvide comprar ningún producto y, también, evitarás caprichos innecesarios.
- Olvídate de las prisas cuando vayas a comprar: vivimos en un mundo en el que nos faltan horas y vamos acelerados en el día a día. Pero es preciso tomarse el proceso de realizar la compra con calma. Date el tiempo suficiente para poder analizar precios y productos y leer las etiquetas.
- Compra más marcas blancas: se caracterizan por ser más baratas, y en muchas ocasiones, no tienen nada que envidiar en calidad a cualquier marca de fabricante.
- Compara precios siempre en peso o volumen: compara productos y precios, utilizando una medida homogénea como es el peso o el volumen. Por supuesto, ajusta lo que compres a lo que realmente vayas a consumir.
- Compra productos temporada: normalmente, los productos de temporada van a ser más baratos, además de frescos y saludables,
- No vayas a hacer la compra con hambre: ir al supermercado a hacer la compra con hambre, puede provocar que eches por tierra cualquier intento de compra racional. Debes tener en cuenta que dentro del supermercado vas a recibir mil estímulos y se te hará muy difícil resistirte a ellos.
- Reduce los platos preparados y precocinados: los platos precocinados, por lo general, salen más caros que si tú cocinas. Además, tu salud te lo agradecerá.
- El congelador es tu gran aliado: es fundamental que compres más productos frescos y, en la medida de lo posible, cocines tú. Esto te permitirá, por un lado, controlar mucho más tu alimentación, cocinar en mayor cantidad, congelando para días posteriores.
- Créate un presupuesto de gasto: establece un límite de gasto mensual para tus compras en alimentación, bebidas y hogar. Y por supuesto, haz todo lo posible para cumplirlo, e incluso, rebajarlo.
- Anota tus gastos y conciénciate de la importancia de ahorrar: este es un punto básico, no solo para los gastos de tu cesta de la compra. Anótalos todos, incluso los más pequeños. Si lo haces de manera rigurosa te proporcionará con exactitud una visión de tu nivel de gastos.
Clara González es la responsable de los talleres que imparte Cruz Roja en Valencia. La nutricionista señala que las familias vulnerables especialmente tienen que poder acceder a dietas no solo saludables, sino también variadas. “Estas familias normalmente reciben donaciones y dentro de estas donaciones están los alimentos no perecederos, pero tienen una dificultad de acceso a fruta y verduras frescas. Les aconsejamos que aquellos recursos económicos para la alimentación los inviertan en este tipo de alimentos”, señala.
La educación alimentaria es un aspecto clave en los hogares españoles que requiere de especial atención si hablamos de familias con menos recursos que tienen mayor dificultad para adquirir algunos alimentos. Ahí radica la importancia de estas sesiones encaminadas a dotarles de herramientas a la hora de organizar su cesta de la compra o componer menús saludables. Es importante concienciar a la población para que en nuestra cesta de la compra haya alimentos con valores nutricionales adecuados. “Hay alimentos que contribuyen a saciar, pero si hablamos de nutrición queremos dar un pasito más allá. Evidentemente agradecemos mucho las donaciones de alimentos, pero si además podemos hacer una donación dirigida, sabiendo estas necesidades nutricionales, muchísimo mejor”, explica Clara.
"Nuestra salud debe cuidarse a través de la alimentación y para que una alimentación sea saludable no tiene por qué ser cara ni aburrida"
“Un tercio de los alimentos que se producen acaban en la basura, nuestro ámbito de actuación a través de estos talleres y en la educación en general pasa por mostrar esas diferencias, entre una fecha de consumo preferente y una fecha de caducidad, por ejemplo”. Unas pautas, que tal y como señala Clara, van dirigidas a mejorar los hábitos de la unidad familiar.
A menores recursos económicos, existe un incremento de la inseguridad alimentaria, que tiene efecto en el consumo desequilibrado de alimentos, fundamentalmente un consumo por defecto de frutas, verduras y hortalizas; y un consumo por exceso de fiambres y dulces. Todo ello puede afectar negativamente a la salud, poniendo en evidencia un posible desconocimiento de herramientas prácticas sobre cómo gestionar patrones de alimentación adecuados. “Comemos todos los días y esta comida contribuye a nuestra salud. Nuestra salud debe cuidarse a través de la alimentación y para que una alimentación sea saludable no tiene por qué ser cara ni aburrida. Independientemente de la situación en la que nos encontremos, tenemos que optimizar nuestros recursos para acercarnos a un mejor estado de salud”, concluye Clara González.
Fuente: Cruz Roja - España
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