El Gourmet Urbano: Anabella Barrios (@psicocina): ¡Es hora de disfrutar!

lunes, 18 de abril de 2011

Anabella Barrios (@psicocina): ¡Es hora de disfrutar!

¡Es hora de disfrutar mis amigos! ¿Cómo están?
Siempre, a toda hora y todos los días es momento de disfrutar; pero, cuando llegan las vacaciones eso es evidente. Están ahí para descansar, relajarnos, desconectarnos de la cotidianidad.
 

¿Qué tal si nos aventuramos a disfrutar de poner a bailar nuestro paladar mientras dejamos la panza en su lugar (es decir, que no crezca más)?


 
Ya que en estos días festivos la comida forma parte de ellos y los excesos parecen religión, cuando en realidad se nos invita a comer pescado y algunos huevitos de chocolate, la pregunta a contestar el día de hoy sería ¿Cómo disfrutamos, nos relajamos y hacemos que nuestra panza se quede en su lugar?
 
Es hora de hacer mercado y 1) procuremos siempre incluir y no excluir opciones que nos gusten; y además de incluir lo que nos gusta incluyamos esos buenos consejos o ideas presente en cursos como los que va a dictar el Chef Sumito de Playeros Sibaritas. El ceviche es una exquisita y sana opción.

¿Qué necesitamos para ello? Lo mismo que para preparar un pollo. Les cuento lo que aprendí en mi escuela de cocina (ICC: cebollita en plumitas o finamente picada (morada le queda bien), ajo bien triturado (convertido en pasta de tanto darle), jugo de limón, si quieren jugo de naranja y su ralladura, ají dulce. ¡Ah claro! y el pescado tipo róbalo, picado en trozos pequeños. Mi tía, por su parte, resuelve el asunto con el aliño chino que venden en el supermercado que ya trae todo picadito, le agrega limón y más nada.
Tengan todos sus ingredientes listos y no dejen el pescado nadando en limón; aunque ustedes no lo crean, se le coloca justo antes de servirlo. Tengan precaución con el limón, en especial si están en la playa, recuerden lavarse muy bien las manos y el rostro después de haber preparado y comido limón, ya que el jugo de limón en nuestra piel combinado con el sol puede desarrollarnos unas quemaduras muy antipáticas.
 
Otra opción que me encanta son las cotufas, o palomitas de maíz. ¡Cuánto nos gusta picar en estos días! Si resulta que están en la playa o en alguna locación sin microondas, mejor aún porque las preparan de forma más sana, pues estas lindas palomitas nos producen saciedad, tienen un porcentaje interesante de fibra y nada en calorías.
 
Y después de dos recetitas prácticas es hora de llegar a hablar del truco para poner a bailar nuestro paladar y dejar nuestra panza en su lugar y que es ser “precavidos” 2) desarrollar nuestra capacidad de prever. Todos y cada uno de nosotros tenemos toda la vida viviendo con nosotros mismos, tenemos la experiencia del pasado, de cómo somos, las experiencias que nos permiten saber cuáles son nuestros antojos y hábitos y dónde nos caemos; así sabemos que en vacaciones nos da más o menos hambre, o que a donde vamos se come una vez al día, lo que sea. Mi invitación y sugerencia hoy es que utilicemos este saber acerca de nosotros mismos, nos detengamos por un instante entre tanta carrera y emoción, y respiremos, recordemos lo que se nos antoja comer en vacaciones, las horas a las que le da hambre y llenemos nuestro mercado vacacional de muchos tapa huecos sabrosos y beneficiosos como los que les mencioné arriba. Lo digo porque, por lo general, pensamos en las grandes comidas y se nos olvida que tendemos a pasar largas horas sin comer.
 
¿A qué me refiero con tapa huecos? esas cosas para picar o merendar, que nos permiten llegar a la hora de la comida con un hambre normal y no voraz. No esperen a las horas en la que se sirva la comida, pues en vacaciones tienden ser bastante más tarde de lo habitual y eso nos lleva a comer más. Tapen, prevean los huecos de hambre con ceviche, un poco de maní (no caramelizado), cotufas, bebidas light, aguas saborizadas, frutas, y bueno, los chips y chucherías van a estar ahí, pero ya no dominarán la escena.
 
Recuerden un desayuno completo, que incluya el cafecito, una fruta entera, proteína que bien puede ser un huevito, el carbohidrato de una arepita razonable, o pan razonable para el tiempo que están sin comer ese día y la actividad que van a desempeñar. Si se van a echar al sol mucho líquido, si se van de excursión el tema es otro, pero siempre disfruten del quererse, del pensarse, del cuidarse, del buen comer y mucho más.
 
En síntesis, prevean, tómense un instante para pensarse como individuos, para reconocerse y así consentirse incluyendo en el mercado familiar o de amigos, aquellas cosas que taparan sus huecos, podrán a bailar su paladar y dejarán su panza en su lugar.
 
Los quiero, ¡hasta la próxima!
 
Anabella Barrios Matthies
Psicóloga de profesión – pastelera de corazón – cocinera en acción

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