Su negocio, más que el café, son las bebidas a base de leche y otros derivados. Tipo “cremme brulle capuccino”, y por supuesto te incitan a comprar el “big one” de 16 onzas para facturar más, sin importar si lo tomas o no.
En Venezuela se está implementando la cultura del café en muchas cadenas de alimentos. Algunas con mejores resultados que otras. He tenido la oportunidad de leer los respectivos manuales de procedimientos, y descripciones de cargo de los baristas, y se me salen las lágrimas de lo hermoso que debe ser trabajar como barista en una de esas cadenas. Peeeeero…. Cuando vamos a la práctica, nada se parece a la foto del manual. De hecho, ¿dónde quedó el manual?
Lamentándolo mucho, le echo TODA la culpa a los supervisores, sencillamente no toman el proceso en cuenta y permiten que se venda cualquier bebida, sin importar la calidad.
Por otro lado, la culpa es nuestra, que la aceptamos sin reclamar. “El que calla otorga” dicen en mi tierra, por eso hay que ser conscientes de lo que estamos pagando. En Venezuela, siento el gran esfuerzo que están haciendo las cadenas de alimentos para masificar el consumo de café, y bueno. Creo que poco a poco, con la ayuda de todos, lograremos que eso sea posible.
Yo, como consumidor, los invito de nuevo a quejarse, a devolver el café, y no pagarlo, ¿y saben qué? Usen las redes sociales, ya están comenzando a escuchar. ¡QUEJENSE!
Hasta la próxima.
Café y vida
Pietro Carbone
Barista
http://carbonespresso.blogspot.com
No hay comentarios. :
Publicar un comentario