Los efectos negativos del consumo exagerado de café. Un consumo moderado de esta bebida puede resultar beneficioso para la salud. Propiedades y beneficios que aún siguen en estudio mientras conquista paladares al rededor del mundo.
El café es la bebida o infusión que se obtiene a partir de la planta de café o cafeto. Los frutos de esta planta, cuya producción actual se da en su mayoría en países tropicales pese a su origen en tierras africanas, permiten a millones de personas en todo el mundo degustar una taza de café en la mañana para comenzar con “energía” el día. Sin embargo, resulta controversial hoy en día discutir sobre las propiedades bien sea negativas o positivas del café, mientras que muchos desmienten los mitos que se han tejido a cerca del consumo de esta sustancia psicoactiva, algunos expertos se han dado la tarea de difundir los riesgos que el consumo en “exceso” de esta bebida puede provocar.
Los efectos negativos del café
La relación directa entre el consumo de café y el aumento del colesterol LDL, considerado malo, ha sido expuesta en diversas investigaciones científicas. No obstante, las personas en estudio consumían más de cinco tazas de café al día. “Una taza de café puede contener entre 60 y 100 mg. de cafeína. Ésta es un alcaloide legal con acción estimulante del sistema nervioso central y puede crear tolerancia y una ligera dependencia. Sus efectos comienzan a los 5 minutos de su ingesta y se mantienen durante un periodo de dos a tres horas”, dice el Dr. José Luis Vázquez. La primera recomendación por lo tanto, es moderar el consumo de café y hacerlo de forma prudente. Como menciona el Dr. Vázquez otro de los riesgos de este consumo exagerado de café es la latente posibilidad de convertirse en una adicción, generando en el consumidor una dependencia psicológica y física, produciendo nerviosismo, excitación y hasta taquicardia.
La cantidad hace la diferencia
Uno de los mayores estudios epidemiológicos de salud cardiovascular realizados es el Framingham, donde la relación entre el consumo de café y la incidencia de enfermedades cardiovasculares fue analizada entre un grupo de 2.648 hombres y 3.566 mujeres, concluyendo que el consumo de café no produce efectos perjudiciales a nivel cardiovascular. Por otra parte, un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins, publicado en Archives of Internal Medicine, demostró que beber café está relacionado con pequeños aumentos de la presión arterial aunque parece jugar un papel insignificante en el desarrollo de la hipertensión. Otro aspecto controversial son los posibles efectos perjudiciales de la cafeína sobre la fertilidad y el embarazo. Pese a los datos confusos que han divulgado los expertos, las investigaciones indican que el consumo, siempre y cuando sea “moderado”, de cafeína no provoca efectos adversos en la salud de la mujer embarazada y tampoco afecta la fertilidad. A pesar de esto, las recomendaciones son claras, se debe moderar o evitar el consumo de café durante el embarazo.
Tolerantes a la cafeína
Muchos de los efectos de la cafeína se ven superados fácilmente por las personas que regularmente consumen café. Y es que con el consumo habitual tienden a desarrollar cierta tolerancia a ellos. “Las personas que consumen regularmente cafeína pueden adaptarse a la presencia continua de la droga mediante un incremento sustancial del número de receptores de adenosina en el sistema nervioso central”, explica el Dr. Vázquez. Un consumidor regular, puede consumir varias tazas de café en pocas horas y no sentir ningún efecto, mientras que una persona que no esté acostumbrada a la ingesta de café puede llegar a sentir efectos estimulantes incluso luego de la primera taza. Si consumes más cafeína de lo que tu organismo suele recibir, probablemente experimentes nerviosismo o ansiedad.
Un consumo moderado
Cada persona genera su propio nivel de tolerancia, pero hay que tomar en cuenta que el consumo diario recomendado es de máximo 300mg aproximadamente, esto equivale a 3 tazas de café por día. El Dr. Vázquez comenta, “todo lo podemos tomar en su justa medida, el vino, el café, etc., pero conociendo sus beneficios y sus riesgos, sus dosis de seguridad, porque también podemos aprovechar sus acciones positivas”.
Por ello, pese a las contradicciones en los estudios realizados por los expertos, los amantes de esta bebida aromática podrán seguir disfrutando tranquilamente de este pequeño placer, siempre y cuando su consumo sea moderado. Pues, en definitiva, un consumo “consciente” de café diariamente no es peligroso y puede beneficiar a largo plazo la salud del consumidor. “En el caso de la cafeína nos ayuda a combatir la fatiga, mitiga las cefaleas, estimula la respiración, combate la somnolencia”, dice.
Contraindicaciones
Está contraindicado en personas con hipertensión, úlceras gástricas e intestinales, colesterol elevado, insomnio, reduce la eficacia de los tratamientos sedantes y presenta riesgo de hipertensión arterial grave y alteración del ritmo cardíaco en personas tratadas con antidepresivos, los anticonceptivos reducen la eliminación renal de cafeína, pudiendo dar lugar a insomnio, irritabilidad, palpitaciones, etc.
No todo en el café es malo
El café también tiene sus beneficios, pues esta popular bebida resulta beneficiosa a la hora de combatir y prevenir algunas enfermedades, ayuda a la buena memoria y a mejorar el rendimiento físico, entre otras cosas. Se reconoce actualmente su alto nivel de antioxidantes conocidos por sus propiedades anticancerígenas y rejuvenecedoras. “El café es una fuente importante de antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y el estrés oxidativo, que contribuye al envejecimiento. Contiene dos veces más antioxidantes que el vino tinto, y por eso también protege al cuerpo humano de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades hepáticas y el Parkinson”, menciona la nutricionista Edith Rivas, quien dice que existen muchos mitos y creencias equivocadas sobre el café y al contrario hace mención de sus nutrientes como el magnesio, que ayuda en la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción muscular.
Fuente: Revista Bienestar y Salud
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