Cada vez hay más personas que deciden volverse vegetarianos, pero también hay un gran colectivo que no se decide, se enfrenta a dudas que en Medciencia, vamos a desmentir y aclarar, para hacer más fácil y sencillo el razonamiento lógico sobre volverse vegetariano.
¿Ser vegetariano es sinónimo de complicarse? Mucha gente cree que tendrá que enfrentarse a numerosos obstáculos en el día a día, pero la realidad es mucho más fácil. Desconocemos la amplia gama de ingredientes y recetas que podríamos incluir en la dieta, rica en legumbres, verduras y frutas. Empezamos con las recomendadas, y con el tiempo, aprovechamos nuestra imaginación para elaborar los platos más originales.
Ser vegetariano no es necesariamente caro, pues lo que realmente suele ser más caro son los productos orgánicos, ya que han pasado un proceso de elaboración mucho más estricto y sometido a unos criterios de calidad que aseguren su compromiso con el medio ambiente. Y claro está, no tenemos por qué recurrir a estos productos si somos vegetarianos.
También debemos considerar los productos procesados típicos de la dieta vegetariana, como son las carnes vegetarianas, pueden ser un poco caros, pero que podemos preparar de forma casera.
Cuándo salimos a comer con nuestros amigos, generalmente se acude a un lugar que apetezca a la mayoría. Aquí nos planteamos dos alternativas: O buscarnos otros amigos (no lo recomiendo) o venimos ya comidos. Es un error limitarse entre estas dos opciones, pues actualmente existen una gran cantidad de franquicias gastronómicas que ofertan en su menú alimentos vegetarianos.
De nuestra parte está estudiar estos menús, y sugerir entre las opciones una alternativa que pueda satisfacer nuestra dieta.
Debemos de quitarnos la idea de la cabeza que porque solo comamos alimentos como hortalizas y legumbres vamos a estar ‘sanos’. El concepto contempla que tengamos una alimentación variada y rica,por lo que deberá ser completa. El consejo que os podemos ofrecer es asistir a un nutricionista que os indique los alimentos que mejor satisfacen las necesidades personales.
6. No hay proteínas en la dieta vegetariana
Que se encuentren diferentes proteínas entre animales y vegetales, no indican que están sean difíciles de incluir en la dieta vegetariana o que no satisfagan los valores nutricionales que ofrecen las animales. Mientras que las proteínas animales poseen una combinación más completa en aminoácidos, las proteínas vegetales provocan la producción de menos ácido úrico, facilitando nuestra digestión y bienestar.
Fuente | Infosalus
1. Ser vegetariano es todo un reto
¿Ser vegetariano es sinónimo de complicarse? Mucha gente cree que tendrá que enfrentarse a numerosos obstáculos en el día a día, pero la realidad es mucho más fácil. Desconocemos la amplia gama de ingredientes y recetas que podríamos incluir en la dieta, rica en legumbres, verduras y frutas. Empezamos con las recomendadas, y con el tiempo, aprovechamos nuestra imaginación para elaborar los platos más originales.
2. Ser vegetariano nos va a costar mucho dinero
Ser vegetariano no es necesariamente caro, pues lo que realmente suele ser más caro son los productos orgánicos, ya que han pasado un proceso de elaboración mucho más estricto y sometido a unos criterios de calidad que aseguren su compromiso con el medio ambiente. Y claro está, no tenemos por qué recurrir a estos productos si somos vegetarianos.
También debemos considerar los productos procesados típicos de la dieta vegetariana, como son las carnes vegetarianas, pueden ser un poco caros, pero que podemos preparar de forma casera.
3. Comer fuera con tus amigos es complicado
Cuándo salimos a comer con nuestros amigos, generalmente se acude a un lugar que apetezca a la mayoría. Aquí nos planteamos dos alternativas: O buscarnos otros amigos (no lo recomiendo) o venimos ya comidos. Es un error limitarse entre estas dos opciones, pues actualmente existen una gran cantidad de franquicias gastronómicas que ofertan en su menú alimentos vegetarianos.
De nuestra parte está estudiar estos menús, y sugerir entre las opciones una alternativa que pueda satisfacer nuestra dieta.
El color verde es bonito, pero no es el único. La dieta vegetariana incluye alimentos de todos los colores. La lechuga puede parecer el eje, pero las legumbres y cereales no se quedan atrás. Como una paleta de colores; pimientos, naranjas, garbanzos, kiwis, berenjenas.
5. Siempre estaremos sanos porque comemos alimentos sanos
Debemos de quitarnos la idea de la cabeza que porque solo comamos alimentos como hortalizas y legumbres vamos a estar ‘sanos’. El concepto contempla que tengamos una alimentación variada y rica,por lo que deberá ser completa. El consejo que os podemos ofrecer es asistir a un nutricionista que os indique los alimentos que mejor satisfacen las necesidades personales.
6. No hay proteínas en la dieta vegetariana
Que se encuentren diferentes proteínas entre animales y vegetales, no indican que están sean difíciles de incluir en la dieta vegetariana o que no satisfagan los valores nutricionales que ofrecen las animales. Mientras que las proteínas animales poseen una combinación más completa en aminoácidos, las proteínas vegetales provocan la producción de menos ácido úrico, facilitando nuestra digestión y bienestar.
Fuente | Infosalus
Vía: MedCiencia
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