El efecto placebo no es nada nuevo, pero los investigadores de la Universidad de Adelaide querían averiguar por sí mismos si incluso los amantes del vino podría ser influenciados por unas pocas palabras simples y bonitas.
Para empezar, los investigadores recolectaron un grupo de 126 consumidores regulares de vino para degustar un conjunto de tres vinos diferentes: Chardonnay, Riesling y Sauvignon Blanc, en tres entornos diferentes.
Luego, dieron a cada uno de los sujetos de prueba tres descripciones diferentes. El primer tema no tenía ninguna descripción en absoluto, el segundo tenía una básica, y el tercero tenía una elaborada.
La gente estaba dispuesta a pagar más por el mismo vino. (Fuente: Pexels)
Tú puedes adivinar qué pasó después.
El ajuste, y sus descripciones respectivas, rápidamente tuvieron su repercusión en los sujetos de la prueba.
Cuando la gente te invita a los estudios de alimentos y bebidas, se podría pensar que hay algún tipo de truco como este. Al final, probablemente sea cierto que nunca debes subestimar el poder de un placebo.
Esos placebos te hacen hacer cosas locas, pero no hacen nada en absoluto. (Fuente: Wikimedia)
Los investigadores escribieron que “el elaborado nivel de información evocó expectativas más altas antes de degustar los vinos, además resultó en un mayor grado de afición y en la obtención de emociones positivas más intensas y menos negativas”.
Con resultados bastante consistentes a lo largo del estudio, se notó que las personas estaban incluso dispuestas a pagar más por el mismo tipo de vino, siempre y cuando tuvieran la impresión de que era más elegante, incluso si sabía lo mismo.
Por supuesto, existe el margen de error que la gente puede haber dicho que estarían dispuestos a pagar para salvar la cara; después de todo, las personas que pueden pagar regularmente un vino caro no tiene necesidad de ir a degustaciones gratuitas.
Según The Telegraph, la líder del estudio, Sue Bastian, escribió que “elegir el vino correcto en el punto de venta, ya sea en una tienda de vinos, en un restaurante o en línea puede ser una tarea difícil”.
“La importancia de las etiquetas de los vinos -continuó- y la información que contienen las mismas ha sido ampliamente estudiada y se ha demostrado claramente que representan información útil que influye en la elección del consumidor”.
“Nuestro estudio extiende estos hallazgos, mostrando que las descripciones del vino también influyen en toda nuestra experiencia de consumo de esta bebida”, añadió Bastian.
“Las descripciones de vinos especialmente escritas, junto con la degustación de vinos sin marca, pueden evocar emociones más positivas, aumentar nuestra percepción positiva del vino, nuestra estimación de su calidad y la cantidad que estaríamos dispuestos a pagar por ello”, concluyó.
Fuente: La Gran Época
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