Esta receta de Tarta de queso ricotta con un toque cítrico no puede faltar en tu recetario de postres para cualquier ocasión y para ocasiones especiales, pues es muy fácil y rápida de hacer y según la presentación que le des, lucirá como una tarta de alta pastelería. Lo mejor de todo es que es una tarta ligera, refrescante e incluso nutritiva (si se prescindiera del azúcar sería mejor para la salud, pero para tomar ocasionalmente…), con una textura inmejorable y un sabor delicioso.
Ya saben que las tartas de queso que solemos hacer son sin base de galleta, no porque no nos gusten, pues el contraste crujiente le va muy bien, pero es como aprendimos a hacer la tarta de queso tradicional y más básica y como nos gusta seguir haciendo, disfrutando de su esponjosidad y cremosidad, características que reúne la receta de Tarta de queso ricotta que hoy compartimos con ustedes.
Esta tarta es parecida a nuestra Tarta de requesón, pero su sabor es diferente, y su textura varía algo, pues el requesón artesano que compramos es bastante distinto al de la ricotta que encontramos en nuestro mercado. Además, curiosamente a esta receta de tarta de ricotta nos gusta añadirle un toque cítrico con piel de limón o de lima rallada, y normalmente la preparamos en verano, porque resulta ligera y refrescante. Por cierto, si quieren un postre más ligero, pueden hacer esta tarta sin azúcar.
Ingredientes (Molde 16 cm.)
- 500 gramos de queso ricotta
- 3 huevos M
- 20 gramos de Maizena
- 140 gramos de azúcar (se puede sustituir por edulcorante)
- piel de limón rallada (opcional)
- c/n de mantequilla (para el molde).
Elaboración
- Pon en un bol el queso ricotta y añade los huevos, cáscalos de uno en uno en otro recipiente antes de ponerlos en el bol con el queso, de este modo se evita tener que tirar todo si un huevo saliera malo, aunque suele ser algo difícil que ocurra.
- Añade al bol la Maizena (también se puede poner harina si no se tiene almidón de maíz), y también el azúcar o el edulcorante elegido, puede ser líquido o granulado. Para terminar, añade la piel de limón o de lima recién rallada, no mucha cantidad, sólo para que le aporte un toque cítrico delicado.
- Tritura con la batidora de mano eléctrica, cubre el bol y deja reposar en el frigorífico al menos media hora. Cuando convenga (cada horno tarda lo suyo en calentarse), enciende el horno para que se vaya calentando a 180º C con calor arriba y abajo.
- Prepara el molde antiadherente, úntalo con un poco de mantequilla que facilitará el desmoldado, a continuación, vierte la masa batida para la tarta de ricotta e introduce el molde en el horno cuando esté a la temperatura indicada, pero bájala a 175º C al introducir el preparado.
- Hornea durante unos 30 minutos, la tarta de queso estará subida cuando se haya horneado, pero al retirarla del horno y enfriar bajará un poco. Deja enfriar totalmente antes de desmoldar, incluso puedes dejarla en el molde para que repose hasta el día siguiente, este reposo le va muy bien para coger más cuerpo y que lo sabores estén más pronunciados.
- De todas formas, no sirvas la tarta de queso recién sacada del frigorífico, déjala a temperatura ambiente un ratito antes de servirla, para que esté fresca, pero no excesivamente fría y que no se pueda saborear.
Acabado y presentación
Sirve la tarta de queso con un toque cítrico decorándola al gusto, puedes acompañarla de fruta fresca, de mermelada de frutos rojos (es muy típico), de sirope de chocolate negro… Encantará a todos los comensales, sean golosos o no. ¡Buen provecho!
Fuente: Gastronomía y Cía
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