#CAFE ☕ | Errores comunes y consejos dados por los baristas a la hora de preparar café en casa

Aunque se trata de la bebida insignia de los colombianos, aún muchas personas no saben cómo servir una taza de buena calidad

Un estudio de la consultora Kantar reveló que los hogares colombianos gastan $100.000 en café al año, lo que representa alrededor de 1.160 tazas al año. Más allá de las estadísticas, el alto consumo de café en Colombia se refleja en la cotidianidad, pues en cualquier rincón del país se encuentra comercializada esta bebida que ha sido por largos años una tradición casi que infaltable en los hogares colombianos.

Sin embargo, aunque en el imaginario social preparar esta bebida se ha tornado como una tarea fácil y sin mucha ciencia, en la práctica se comenten errores comunes que hacen que la posibilidad de tomarse un café de calidad se entorpezca.

Muchos de esos errores son no medir la proporción indicada de agua y café, tener moliendas inadecuadas para los tipos de cafeteras, y no consumir a tiempo la bebida.

Según catadores de café como Ronald Velero lo primero que se debe tener en cuenta para degustar un café con sus características intactas, es el recipiente en el que se va hacer. Aquí las opciones varían, puede ser en una olla tradicional o en cafetera. Frente a la mejor opción, expertos recomiendan la cafetera, ya que esta garantiza mayor concentración del grano.

“Preparar un café no es tanto cuestión de métodos. Muchas personas compran una cafetera de 10 tazas para preparar dos. Esa desproporción genera un café aguado”

Liliana Palma

CEO de Montié Coffe

Aquí es importante que la cafetera esté limpia, pues otro error común es que se dejan residuos que pueden amargar el sabor del próximo café.

Otro de los factores importante es elegir el de calidad, que, sin duda, los expertos concuerdan que el mejor es el extraído de granos y no el molido. “Nos estamos perdiendo la oportunidad de sentir toda esa explosión de aromas que se dan al moler el grano si seguimos comprando café molido”, indicó Liliana Palma CEO de Montié Coffee.

Junto a eso, lo recomendado es escoger grano de café 100% colombiano que, además, de apoyar el producto local, se está consumiendo un café con todas sus propiedades innatas.

Y es que, aunque Colombia es sinónimo de café, tan solo las cifras de 2019 (último registro consolidado para 12 meses), se puede ver que ese año el consumo llegó a poco más de 82.000 toneladas, de las cuales 51.000 fueron importadas; es decir más de la mitad ni es nacional, ni de la mejor calidad.

En otra de las recomendaciones para hacer café de calidad dadas por baristas es tener la molienda ideal dependiendo del recipiente a utilizar. Según Ronald Valero, barista de Juan Valdez, si se hace un café en una olla tradicional o prensa francesa se requiere una molienda gruesa, por el contrario, si se hace en una cafetera de filtro la molienda debe ser media y si es en una cafetera expresa o italiana que el grano este fino.

Una vez eso, se debe prestar atención a la temperatura del agua, lo ideal, explica Valero, es que alcance el punto de ebullición.

Siendo Colombia un país con 22 departamentos productores de café y más de 596 municipios que lo producen, genera que esa diversidad que caracteriza al territorio, también se vea reflejada en el aroma y sabor final del café. Pero que se pierde por desconocimiento en las ciudades.

El equipamiento e ingredientes de calidad es el primer paso

Para un buen resultado final, es necesario que las personas cuenten con un recipiente ideal a la hora de hacerlo. Aquí se recomienda antes de utilizar bien sea una olla o una cafetera, limpiarla con agua caliente para eliminar residuos que puedan alterar la bebida; así mismo, secarla con una toalla absorbente. En este paso es importante asegurarse de un grano de calidad y de agua pura.

Respetar la proporción de agua y grano en la preparación

La proporción de agua versus el café ayudará a extraer en gran parte los sabores del grano y podrá ser el éxito en la taza o una bebida un poco agradable. Expertos en el tema como Janer Pérez indican que se debe usar por cada 8 gramos de café 120 ml de agua aproximadamente. Aquí la temperatura también es importante, asegúrese de tener una temperatura del agua entre 90 y 95 grados centígrados.

La molienda y el tipo es clave para buenos resultados

Lo primero es que se debe elegir con base al recipiente la textura de la molienda. Cuando se vaya a moler el grano, es necesario que se haga cuando se vaya a consumir el café para garantizar que su aroma y sabor se mantengan intactos. Lo anterior, porque al instante que se muele, es cuando el café empieza botar sus propiedades. Se puede comprar un café, intenso o uno suave, que son los del sur de Colombia

Los errores más comunes: No sellar el café guardado es un gran error

Siempre que se tenga café en casa, bien sea en grano o molido, se debe intentar protegerlo lo mayor posible. No sellarlo o no guardarlo en un recipiente hermético hará que el café pierda sus propiedades de aroma y sabor por oxidación. Así mismo, no tomarse la bebida al instante, hace que el café pierda su sabor original. Ahí, muchas personas suelen recalentarlo y, esto baja la calidad de la bebida.

Utilizar agua de baja calidad a la hora de hacer café

A veces muchas personas suelen hacer el café con agua de grifo porque se considera que cuando se hierve se eliminan bacterias. Sin embargo, el agua es de mala calidad y puede hacer que el sabor del café varíe, aunque se hierba. Por otro lado, las aguas muy blancas contienen niveles muy bajos de iones de calcio y bicarbonato, eso dará lugar a un café con gran acidez que se describiría como agrio.

La frescura es un factor que pocos tiene en cuenta

Un gran error que afecta el resultado final del café es que se suele dejar pasar mucho tiempo entre la recolección y el tostado, el molido y el consumo. Pues esto, lo que hará es que haya mayor cantidad de compuestos volátiles aromáticos que se liberarán haciendo que el café pierda gran parte de su calidad. Lo ideal es siempre tener un tostadero de café o comprar el café recién tostado para molerlo en casa.

Allison Gutiérrez

Fuente: La República