La lasaña venezolana que ha conquistado Madrid© Pasticho |
Artesanal, adictiva y extremadamente “llorona”. Así es la lasaña que se sirve en Pasticho, el restaurante venezolano que ha conquistado Madrid.
Solo una lasaña tan exquisita como la que se hornea en Pasticho es capaz de dejar a cualquiera sin palabras y, a la par, estar en boca de todos. Y es que llevar 40 años con las manos en la masa no es baladí. “Est. 1981”, reza el letrero que nos señala Luis Enrique, el gerente del local, que abrió sus puertas en Madrid hace dos años.
Las expectativas que giraban en torno al aterrizaje de Pasticho, el último miembro de la familia Pasta Morandi -fundado en Caracas por los italianos Remo y Lelia Morandi- y el primer negocio de Europa, eran altas.
Y, pese a haber tenido que lidiar con un confinamiento nada más despegar, las recetas artesanas que salen de martes a domingo de la cocina de este maravilloso restaurante de la calle Francisco Silvela las han superado a niveles estratosféricos.
“En Caracas van por el cuarto restaurante. El primero fue Pasta Morandi, ubicado en El Paraíso; el siguiente, Pasticho by Morandi; el tercer local se encuentra en el centro comercial CCT, y ahora están preparando la apertura de un cuarto local en Los Palos Grandes. Esperamos crecer aquí, en España, pero la cuarentena -aunque estuvimos trabajando con el delivery- supuso un golpe duro”, comenta Luis Enrique a Traveler.es.
Aunque no sería justo hablar de recetas en plural sin otorgarle el protagonismo que se merece al PASTICHO (así, con mayúsculas), que, efectivamente, es una lasaña, pero no cualquiera (y si no, que se lo pregunten a quien hace poco se llevó 10 bandejas de viaje a Galicia).
La clave del éxito de este clásico plato italiano reside en los ingredientes y el savoir faire de Luis Enrique, que cuenta ya con once años de experiencia en la casa.
“Tenemos variedad de platos, pero lo que más vendemos es el pasticho. Los clientes que no son venezolanos se sorprenden, ya que no hay prácticamente ningún negocio en Madrid que trabaje exclusivamente con este plato”, nos comenta.
El pasticho, cuanto menos cuajado, mejor...© Lidia González |
“En Venezuela hacemos pastichos de todo tipo: de vegetales, de pollo, de carne... Pero el verdadero pasticho, el tradicional, es el que hacemos nosotros aquí. Está compuesto por cuatro ingredientes: salsa boloñesa, bechamel, pasta y queso parmesano”, añade.
¿La clave de su pasticho? Tal y como nos comenta el cocinero, como ocurre con las tortillas de patata que más triunfan: debe deshacerse en el tenedor. “Nuestra lasaña es llorona, no es compacta. La servimos jugosa, con su salsita...”.
No había adjetivo más acertado que “llorona” para definir a este bocado divino, pues hasta la última gota de bechamel -que recomendamos rebañar con su pan casero- hará que se te salten las lágrimas.
En los fogones, Luis Enrique aplica todo lo que el chef José Gomes -quien actualmente regenta el negocio junto a Carlo Morandi- aprendió en la escuela de cocina italiana Cast Alimenti: desde la elaboración de pasta fresca hasta las salsas.
Los panecillos se hornean a diario© Pasticho |
“La boloñesa y la bechamel son lo que realmente diferencian nuestro pasticho del resto de lasañas. La salsa tiene una cocción de ocho horas: cuando la pruebas es como si fuera una crema, es increíble el sabor. Por otro lado, la bechamel la elaboramos con una crema de leche que es irlandesa, harina Gran Mugnaio y una nuez moscada del Himalaya”, revela Luis Enrique.
Pero no todo va a ser comer: para digerir tal explosión de sabor, se requiere de una bebida a la altura... “En Venezuela solemos acompañar el pasticho con té frío. Aquí lo preparamos de limón o de durazno”, nos recomienda Luis Enrique. Y bendita sugerencia.
Deja hueco para el postre© Pasticho |
Aparte del plato estrella, también ofrecen fettuccine y linguini (acompañados de salsa napolitana, pesto, boloñesa o, incluso, las tres salsas mezcladas), y ensaladas: capresse, tropical (mix de lechuga con piña asada, canela, maíz, alfalfa y almendras y una deliciosa salsa de yogur) -ojo con esta- y burrata.
Las raciones son abundantes, pero como bien dice José Gomes: “Para el postre siempre hay espacio, porque el postre no va al estómago, va al corazón”. Tres leches, pie de limón, pie de maracuyá y quesillo (flan de huevo con caramelo) son las dulces opciones.
EXTRAS
El local tiene una pequeña terraza, servicio de delivery y take away. Además, cuentan con un menú completo -ensalada, pasticho o pasta, bebida y postre- por 12 € y medio menú (sin entrante) por 10€. Y, cuando el tiempo acompaña, merece la pena degustar sus cremas caseras de verduras y sus reconfortantes sopas.
POR QUÉ IR
Cualquier amante del buen comer que se precie sabe que hay que fiarse de aquellos templos gastronómicos capaces de atraer (y ganarse) a los comensales de la tierra de la que proceden. Y Pasticho, con su sabor a hogar, con su cocina tradicional, con su esencia venezolana, no te dejará indiferente. Damos fe.
Fuente: Traveler
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