El cava presenta tantas burbujas por su contenido en CO2 Getty Images/iStockphoto
Da igual del material que sea la cucharilla, los expertos afirman que este método de conservación no es más que un mito
Una sola copa de cava concentra más de 1.000.000 burbujas, que se forman porque en esta bebida hay grandes cantidades de gas disuelto, concretamente, de CO2. Parece que son muchas, y más si imaginamos cuántas puede haber en una botella, pero estas no tardan en desvanecerse si una vez abierta no la conservamos adecuadamente. Y, para quienes todavía lo crean, colocar una cucharilla del revés en el cuello de la botella no sirve de nada.
Lo han demostrado varios estudios, entre ellos, uno realizado en 1995 en el Centro Interprofesional de Vinos de Champagne, para el que taparon algunas botellas parcialmente vaciadas con una cucharilla de plata o de otros metales, y otras con tapón de cierre hermético, con los típicos de corcho o sin nada. Observaron que solamente las que se habían conservado con tapones herméticos conservaron la presión, que mantuvo el gas en las botellas.
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El estudio demostró que solo los tapones con cierre hermético conservaban el gas
Es inevitable que el gas se vaya perdiendo cuando el cava deja de estar bajo presión, pero este proceso puede ralentizarse volviendo a sellar la botella, lo que se consigue utilizando dichos tapones, que funcionan con un sistema de válvulas. Si no tenemos ninguno, este método no será tan económico como usar la cucharilla, pero nos ahorraremos tirar el cava.
Conservando así nuestra burbujeante bebida, conseguiremos que el gas aguante de tres a cinco días más. Sin embargo, hay otra cosa que podemos hacer para aumentar su esperanza de vida: mantenerla bien fría. Tal y como explicó el sumiller Ferran Centelles a Comer, "la mayoría de vinos espumosos tienen entre 3 a 6 atmósferas de presión de gas y su solubilidad le permite integrarse en la bebida, por lo que cuánto más fríos estén, más lo retendrán".
Copas de cava Terceros
Por el mismo motivo, se recomienda conservar la botella de cava en una cubitera mientras la estamos sirviendo, o directamente guardarla en la nevera. Eso no solo hará que el gas aguante más, sino que mantendrá la bebida en la temperatura óptima para su disfrute. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), está debe servirse a 8ºC.
Los expertos recuerdan que a la hora de comprar cava debemos tener en cuenta nuestras preferencias. Si nos gusta azucarado, la mejor opción será un semiseco o dulce, mientras que si somos de secos, un brut nature, extra brut o brut será lo mejor.
Fuente: La Vanguardia
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