Clara de huevo de pato |
La clara de huevo y la yema de pato son de mayor tamaño que los huevos de gallina, aunque comparten similitudes en su composición nutricional
Los huevos son uno de los alimentos más apropiados para incorporar en la dieta semana en términos generales, debido principalmente a su valor nutricional. Tanto la clara de huevo como la yema contienen propiedades específicas de gran importancia para el organismo.
Normalmente, los huevos que consumimos de forma habitual son de gallinas. Sin embargo, existen otro tipo de huevos que también se consumen de forma regular en otras zonas del mundo, como los de pato o avestruz, aunque contienen características diferentes.
En esta ocasión vamos a hablar de los huevos de pato y las propiedades de este tipo de alimento para la salud, además de comentar algunas de las diferencias existentes con respecto a los huevos de gallina.
Beneficios de la clara de huevo de pato
A simple vista, la primera diferencia que encontramos entre los huevos de pato y los huevos de gallina es que los de pato tienen un tamaño mayor. Es decir, tanto la clara de huevo de pato como la yema tienen un mayor tamaño, además de una cantidad superior de sus nutrientes.
Clara de huevo
Un huevo de pato es aproximadamente un 50% mayor que un huevo normal de gallina, siendo la yema casi el doble de grande. Por ello, los expertos también explican que el huevo de pato tiene casi el doble de grasa que el de gallina.
Respecto a las calorías, el huevo de pato aporta unas 130 kcal. Al ser de mayor tamaño, también alberga más calorías en torno a su consumo. Igualmente, el valor proteico de la clara de huevo de pato y la yema es superior al del huevo de gallina.
En este sentido, el huevo de pato también es un alimento recomendado para aumentar los niveles de proteínas en el organismo; especialmente para personas que realizan actividad física con regularidad.
Diferencias con el huevo de gallina
Otra diferencia importante entre el huevo de pato y el huevo de gallina es la cáscara. De forma habitual, la cáscara del huevo de pato contiene una gama de colores mucho más variados. Si bien, el color de la cáscara no guarda relación con su sabor o los nutrientes que puede aportar el alimento.
Al tratarse de un tamaño más grande, la cáscara del huevo de pato también es más gruesa, por lo que resulta más dificultoso romperla a la hora de cocinar. Y es que hay que tener en cuenta que dicha cáscara contiene una mayor cantidad de clara de huevo y yema.
Una vez que rompas el huevo de pato encontrarás otras diferencias estéticas con respecto al huevo de gallina. En concreto, la yema es hasta dos veces más grandes, mientras que la clara de huevo presenta un color demasiado claro.
En cuanto a su modo de cocinado, los huevos de pato se cocinan de la misma forma que los huevos de gallina. Es decir, se pueden freír, cocer, escalfar y utilizar en las mismas elaboraciones tradicionales de los huevos de gallina.
Si bien, debido a su tamaño es normal que los huevos de pato requieran un poco más de tiempo de cocinado, para que el alimento quede en su punto perfecto.
Alejandro Perdigones
Fuente: Tododisca
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