Origen del caramelo
La historia del caramelo comenzó con los médicos sumerios, que recomendaban a sus pacientes para el alivio de las indigestiones, una especie de pastilla endulzada hecha a partir de extracto de menta piperita y carbonato, con lo que se conseguía neutralizar la acidez.
Así, estos primeros sucedáneos del caramelo nacieron en la frontera de la medicina y la golosina: ya entonces se era consciente de que convenía dorar la píldora, facilitar la ingestión del medicamento.
Un segundo paso en esta historia, se dio en el año 1000 a.C., en Egipto: la pastilla contra la tos. La producían los confiteros, no los boticarios: eran los primeros caramelos duros de la historia.
Al respecto de cómo eran los caramelos en sus orígenes, existe bastante documentación e ilustraciones que remontan la historia del caramelo al Antiguo Egipto.
En concreto, a los confiteros de Ramsés II el Grande, hace tres mil trescientos años, y que ya eran caramelos duros con sabor a fruta, hierbas y especias, que al ser eficaces contra la tos alcanzaron favor popular.
Como hemos dicho, aquellos caramelos eran píldoras endulzadas para facilitar su saboreo. Se sabe que los médicos egipcios de la XX Dinastía, hacia el final del llamado Imperio Nuevo, hace más de tres mil años, recetaban pastillas o caramelos duros.
Lo hacían como remedio casero para la tos, ya que se había comprobado que era un buen remedio natural para la garganta a la vez que la humedecían calmando los accesos: estaban hechos con miel, menta piperina, todo tipo de hierbas y especias, añadiéndose a lo largo de los siglos los cítricos.
Como el azúcar no fue era un producto conocido por el mundo mediterráneo antiguo, los caramelos se endulzaban con miel.
Zumos y jugos vegetales convertidos en sustancia viscosa y sometidos a un proceso de secado fueron la primera materia prima para hacer caramelos de higos, dátiles, nueces y especias.
A estos primeros caramelos de la Historia se les daba forma en pequeños moldes, y luego se los coloreaba de manera llamativa para atraer la atención del consumidor.
Curiosamente, los griegos y romanos, a pesar de ser pueblos que eran más amigos de lo salado que de lo dulce, consumían caramelos, aunque no los daban a los niños, sino a ciertos enfermos.
Como puedes comprobar, en sus inicios los caramelos se utilizaban para temas de salud.
Evolución del caramelo
Los caramelos, tal y como hoy los conocemos, tardaron en aparecer. A mediados del siglo XIV, comenzaron a elaborarse caramelos de azúcar en Venecia. Hasta el XVI, se vendieron en farmacias o especierías, como productos caros que eran, asequibles sólo a la nobleza y burguesía.
Aquel primer caramelo moderno, empleaba ya el azúcar como ingrediente principal. Estaban hechos a mano en un proceso sencillo. Se licuaba o hervía el azúcar que, hecha una pasta almibarada, se derramaba sobre los moldes a los que antes de que la masa se solidificara se añadía nueces o frutas que se moldeaba en diferentes formas.
Posteriormente se cortaban en pedazos de tamaño diverso tras aromatizarse con esencia de limón, rosa, violeta.
Solía mezclarse con sustancias medicinales como el malvavisco, el romero o la menta. Así se elaboraron hasta el siglo XVIII, en que aparecieron las primeras máquinas que hacían caramelos.
Su siglo de oro, fue sin duda el XIX. Más de setenta ingredientes se utilizaron entonces para confeccionarlos.
Fundamentalmente frutas: naranja, coco, limón y fresa. También nueces, miel, las hierbas y plantas aromáticas como la menta y el anís, la grasa láctea y el café, los huevos, la leche, el azúcar, y sobre todo el chocolate y la vainilla.
Curiosidades de la historia del caramelo
Curiosa anécdota relacionada con el caramelo fue la protagonizada por el Congreso de los Diputados de España en 1916.
Cuenta Vicente Vega, en su Diccionario ilustrado de rarezas, que el día 26 de septiembre de aquel año se suprimió una costumbre con el fin de cortar gastos. Dejaron de repartirse caramelos entre los diputados, caramelos que éstos hacían llegar a las damas que seguían los debates desde las tribunas.
Tal vez, el caramelo más famoso del mundo hispano sea el denominado Chupa Chups, que consiste básicamente en unir un palo a un caramelo para poderlo extraer de la boca siempre que se desee.
Etimología de la palabra caramelo
La palabra caramelo es un término latino: de calamellus, forma diminutiva de calamus= caña pequeña, en alusión a la forma tubular que los primeros caramelos tuvieron.
El término llegó al castellano procedente del portugués hacia el XVI. Hasta 1611 se dijo caramel. Otros, en cambio, atribuyen su origen al descubrimiento de la caña de azúcar, que se llamaba en latín “canna melis” lo que derivó en la palabra “caramelo”.
El autor del Tesoro de la lengua castellana, Sebastián de Covarrubias (1611), escribe: Son unas tabletas o pastillas de boca, hechas de azúcar, aceite de almendras y otras cosas a propósito, para ablandar el pecho.
Caramelo es nombre de procedencia arábiga —cree Covarrubias— y trae origen de carama, que vale tanto como regalo, porque se ha de traer en la boca e irse regalando poco a poco por la garganta al pecho. Hasta 1642 no hay constancia de que se denominara este producto con su nombre actual.
Fuente: Curiosfera
1 comentario :
Que interesante historia. Muchas gracias por compartir.
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