Desde tiempos inmemorables, el té y las infusiones son utilizadas como beneficio para el bienestar. No solo ayudan a templar el cuerpo –es innegable que se agradece sobremanera en el invierno cuando el frío aprieta–, sino que adquieren propiedades medicinales, las cuales contribuyen a mitigar un buen número de males de forma totalmente natural. // Alimente.
Manzanilla: trastornos digestivos
La manzanilla es, con permiso del poleo menta, la reina de las infusiones, omnipresente en las alacenas. En la Antigüedad esta hierba era utilizada por las mujeres embarazadas para calmar las náuseas, así como para relajar la tensión muscular durante el parto. Tal uso era un acierto, pues la manzanilla tiene propiedades calmantes y, además, digestivas. No en vano ayuda a paliar los trastornos digestivos leves, sobre todo los relacionados con la disminución de las flatulencias, la reparación de la membrana gástrica o la regulación de los movimientos de la musculatura intestinal. Incluso es una buena aliada para mitigar los dolores derivados de la menstruación.
Melisa y tilo: estados de ánimo |
La melisa, originaria de las zonas mediterráneas del sur de Europa, ya era usada por los monjes carmelitas para la elaboración de su popular agua del Carmen, también conocida como agua de Toronjil, cuya finalidad es la calma de los estados nerviosos. En la actualidad se sigue usando (acertadamente) para calmar los nervios y para disminuir los estados de ansiedad. Además, parece ser que esta hierba silvestre, de color vivo y retrogusto a limón, ayuda a calmar las palpitaciones y mitigar los casos de asma. Por su parte, el tilo infusionado es una de las infusiones más utilizadas para aplacar los estados de ansiedad, la angustia y el estrés, pues tiene propiedades relajantes.
Salvia: estimula el sistema circulatorio |
Por lo que destaca es por su propiedad estimulante o emenagoga. Es decir, estimula el flujo sanguíneo en la zona del útero y de la pelvis y, además, fomenta la menstruación, por lo que puede ayudar a mitigar las menstruaciones complicadas. A pesar de sus bondades, se recomienda no ingerirla durante la época de lactancia, pues puede inhibir la producción de leche materna.
Valeriana: descanso nocturno |
La valeriana es otro de los clásicos omnipresentes. Aunque esta hierba ha tenido diferentes usos a lo largo de los siglos, su mayor poder lo tiene sobre el sistema nervioso central y, por ende, en el cerebro. De hecho, seda y relaja dichos órganos, lo que conlleva un estado de calma, el cual obviamente facilita el descanso y, por tanto, evita el insomnio.
Tomillo: sistema inmunológico |
Como condimento, como planta medicinal, el tomillo es una de las hierbas silvestres más usadas. Aunque el tomillo se usa ampliamente en la cocina como condimento, infusionado es un excelente aliado para reforzar el sistema inmunológico. Contiene en su composición timol, el cual tiene acción fungicida. Por tanto, una infusión diaria a base de esta hierba puede ayudar a prevenir dolencias muy comunes y molestas, como catarros, dolores de garganta o tos.
té |
Belen Montoya
Fuente: Altagracia Noticias
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