Quesos venezolanos en tierras chilenas
Que el biólogo Freddy Belmonte, saliera de su natal Valencia rumbo a Chile donde comenzaría a hacer quesos frescos es la muestra de cómo este venezolano encontró la manera de abrirse camino como emigrante, de hacer que su especialización en biotecnología adquirieran un nuevo sentido y que lo que en un principio era solo una muestra de amor a su familia y un empeño en hacer más llevadero el desarraigo, hoy en día se haya convertido en una empresa que está abriendo nuevos mercados a los quesos venezolanos en el cono sur.
Los procesos físicos son relativamente fáciles de controlar pero los químicos son un poco más complejos, y es allí donde la biotecnología aplicada a la industria alimentaria tiene un papel fundamental. En este contexto, los estudios realizados por Freddy Belmonte significaban una ventaja al momento de plantearse producir quesos.
En búsqueda del queso perdido
Cuando llegó a tierras chilenas en 2016, Belmonte apenas si recordaba que había hecho quesos en una de las clases de laboratorio cuando cursaba sus estudios de biotecnología en la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Carabobo.
Su memoria se activó, cuando buscaba la manera de complacer a sus hijas que reclamaban los quesos venezolanos para comer con sus arepas, cachapas y pabellón.
Fue entonces cuando empezó tomar en serio la idea de hacer sus propios quesos, revisó lo que había aprendido en los laboratorios, comenzó a comprar poco a poco los utensilios y materias primas para realizar pruebas, una y otra vez, hasta alcanzar el sabor tan deseado. “Desde ese momento, ha sido un constante aprendizaje y mejora en los procesos, que nunca termina” y así nació Subprolac una empresa dedicada a “fabricar subproductos lácteos de buena calidad y con buen servicio.”
Retos, oferta y algo más
Encontrar la leche fresca y adaptar la dinámica de producción a un clima con cuatro estaciones bien definidas, fueron los retos fundamentales que Freddy Belmonte enfrentó al iniciar su producción de quesos.
Superada la etapa inicial, definieron su propuesta en dos líneas fundamentales la Clásica, entre los que se encuentran el queso llanero, de mano y guayanés; y la Gourmet que incluye quesos madurados con pimentón rojo, con ciboullette, cúrcuma con pimienta y con merken (aliño preparado tradicional de la cocina mapuche de Chile) ahumado.
Su clientela más numerosa es la venezolana y se ha incrementado en los últimos meses por el aumento de la diáspora, ahora bien, con frecuencia recibe también pedidos de ecuatorianos, colombianos y de chilenos a quienes el saladito del queso llanero les parece ideal para dar un toque original a las ensaladas y el queso de mano “les parece rico” y les encanta para acompañarlo con un buen vino
Sus productos pueden adquirirse directamente en la sede de Subprolac ubicada en la VI Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. También los reparten a domicilio en las zonas de Rancagua y Machali y han comenzado a realizar envíos a todo el territorio chileno.
Entre los planes y proyectos de Freddy Belmonte para este 2018, está el incrementar la oferta de Subprolac con productos como la natilla, el suero, y quesos madurados como el chanco chileno.
Lourdes Mata
Fotos cortesía: Freddy Belmonte @subprolac
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