Como uno de los mayores fabricantes europeos de túnidos, Frinsa se suma a esta iniciativa siendo uno de sus grandes pilares la sostenibilidad y la protección del medio marino, lo cual se ve traducido en su práctica empresarial. Un ejemplo de ello es su atún claro Frinsa pescado a caña. Este producto, obtenido exclusivamente en campaña, se captura empleando el método tradicional, a caña uno por uno. Dicho método, avalado por organizaciones como MSC y Pole & Line, no es invasivo con otras especies del ecosistema marino y permite controlar la cantidad de pescado capturado. Además del atún, Frinsa cuenta con un amplio catálogo de productos obtenidos de manera respetuosa con el medio ambiente.
El atún claro Frinsa, además de sostenible, es un producto muy saludable ya que, al ser un pescado azul, es una fuente natural de Omega 3 que posee numerosos y conocidos beneficios para la salud, tales como el control del colesterol, la regulación de la presión arterial y la prevención de enfermedades cardiovasculares. Además, es un alimento bajo en grasas, lo que lo hace apto para dietas de adelgazamiento, y es una fuente de proteínas que favorecen la regeneración de músculos y huesos.
El atún claro Frinsa, viene en dos versiones diferentes según el líquido de cobertura: en aceite de oliva virgen extra, para aquellos que busquen potenciar el sabor o elaborar recetas, y al natural para aquellos que busquen solo proteína. Ambas ofrecen un amplio abanico de opciones de consumo, pudiendo utilizar el mismo aceite de oliva de lata como aliño o el líquido al natural para completar la ración proteica.
El atún claro Frinsa es el ejemplo perfecto de que dentro de una de sus latas hay mucho más que un simple producto. Detrás de cada lata hay toda una tradición, trabajo manual y dedicación, pero sobre todo hay un profundo respeto por el ecosistema marino, velando porque en un futuro siga aportándonos sus paisajes, su calidad y su diversidad.
El atún claro Frinsa, viene en dos versiones diferentes según el líquido de cobertura: en aceite de oliva virgen extra, para aquellos que busquen potenciar el sabor o elaborar recetas, y al natural para aquellos que busquen solo proteína. Ambas ofrecen un amplio abanico de opciones de consumo, pudiendo utilizar el mismo aceite de oliva de lata como aliño o el líquido al natural para completar la ración proteica.
El atún claro Frinsa es el ejemplo perfecto de que dentro de una de sus latas hay mucho más que un simple producto. Detrás de cada lata hay toda una tradición, trabajo manual y dedicación, pero sobre todo hay un profundo respeto por el ecosistema marino, velando porque en un futuro siga aportándonos sus paisajes, su calidad y su diversidad.
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